martes, 30 de noviembre de 2010

¿Totalmente convencido?

Hace mas de dos años cuando estaba esperando a Bruno, le comente a mi esposo mi deseo de usar pañales de tela con el bebe, pero yo no estaba totalmente educada sobre el tema, habia leido algo aqui y alla pero no lo suficiente como para convencer a mi esposo.  Es asi que seguimos con los pañales desechables.  Ahora con toda la informacion volvi a plantearle a mi esposo otra vez el tema, y con un bono importante, encontre una tienda que me dejaria probar los pañales por 21 dias, por tan solo $10, en uno de mis post esta la pagina web de esta tienda, con esto lo termine de convencer.

A dos semanas de recibir los pañales, pasa lo que mas me temia, que mi esposo cambiara un pañal con solidos, pero la historia viene mas complicada.  Nuestro hijo mayor se enfermo, se ataco tanto del asthma que no dormia en toda la noche, y por lo tanto yo tampoco, por desgracia es bastante comun que se enferme asi, pues debido a que nacio tres meses prematuro, siempre ha tenido problemas con sus pulmones, pero eso es otra historia bastante larga que en otro momento contare.  Cuando sucede esto, nos turnamos con mi esposo, el duerme toda la noche y en la mañana se encarga el de los chicos mientras yo duermo un par de horas. Es asi que esa mañana levanto a los chicos les sirvio el desayuno y el mas chiquito tiene una explosion en su pañal, de estas que parece que no le queda un espacio mas donde ensuciar el pañal y si lo dejas un minuto mas pasara a ensuciar toda la ropa, mi esposo lo cambia y lo limpia con toallitas desechables, va a limpiar el pañal y tira todo el solido junto con las toallitas al inodoro -gran error-, en ese mismo instante el niño mas grande empezo con diarrea y el WC tapado.  Pobre de mi esposo, (pero no puedo evitar que me de risa) asi que intentaba destapar el baño, mientras que el niño iba al baño (fue 3 veces mas!), intentaba lavar el pañal, e intentaba hablar por telefono para pedir una cita con el medico (¿quien dijo que los hombres no pueden hacer varias cosas a la vez ?), pero finalmente pidio ayuda y paso lo inesperado, le propuse que cuando Bruno hiciera #2, que dejara los pañales en el recipiente que tenemos especialmente para estos, que luego yo los lavaba, pero he aqui mi sorpresa, rechazo la propuesta!, me dijo que el no tenia problema en lavarlos, que solo fue casualidad que todo pasara al mismo tiempo, pero que a el no le parecia para nada dificil el cambiar y lavar los pañales, lo unico que le parecia es que tendriamos que comprar mas para asi no tener que lavar todos los dias.
¿Ustedes que creen, logre convencerlo??  ¿Creen que soy una mujer muy afortunada en tener un esposo asi?
¡Yo si lo creo!

lunes, 29 de noviembre de 2010

Para la reflexion.

Nos horrorizamos cuando vemos videos sobre lo que esta pasando con nuestro planeta, o con la crueldad de animales o cuando vemos un documental de animales en peligro de extincion, pero luego apagamos la tele y tratamos de no pensar en el tema, como si con apagar el televisor o con cambiar de canal se solucionara el problema, como si todo quedara dentro de ese aparatito y no pasara nada mas. Pero el efecto invernadero, la contaminacion sigue afectando nuestro planeta, nosotros tenemos gran culpa, estamos destrullendo el habitat natural de muchas especies, el ejemplo mas claro son los osos polares que se estan ahogando, porque cada vez mas se esta derritiendo el hielo en el artico.




Al paso que vamos, en que condiciones estara el planeta dentro de 30 años, cuando tengamos nietos? Nos sentiriamos orgullosos si nuestros nietos dijeran que gracias a la generacion de sus abuelos, y al gran cambio ue hicieron en su esilo de vida, tienen un planeta digno de vivir?
Decimos que la educacion es la parte mas importante de nuestras vidas, pero la educacion parte de nuestras casas, de los valores y costumbres que les transmitimos a nuestros hijos; entonces para que las futuras generaciones tengan un planeta mas sano tendriamos que comenar en este mismo momento a educarlos y que mejor que por medio del ejemplo.

Charlando con mi esposo sobre mis inquietudes, sobre todos los quimicos que estamos ingiriendo a traves de la comida, frutas, verduras, productos de belleza, etc, y de los cambios que tendriamos que hacer para llevar una vida sustentable y como influiria eso en nuestros hijos, mi esposo, no contento con dejar muchas de las comodidades acostumbradas, me dice que no podemos volver a vivir como hace 2000 años atras, claro que exagerando un poco; y creo que esto es el miedo de muchas personas. Por el contrario, creo firmemente que si comenzamos a tener mas cuidado en las cosas que consumimos, estamos enviando un claro mensaje de que queremos un cambio, y en una sociedad capitalista, muchas industrias estaran dispuestas a satisfacer esta demanda, por o ue llevara a un cambio en las invenciones tecnologicas,se vera cuales son las necesidades y el impacto que esto traera a futuras generaciones y al medio ambiente por sobre todo.


Llevar una vida mas verde significa un poco mas de trabajo y tiempo, pero el impacto que tendra puede llegar a ser muy satisfactorio.
Ustedes se estaran preguntando, pero que tanto impacto puede tener un pequeño cambio en mi casa, con las millones de personas que hay que ignoran el tema. Yo tambien me hice muchas veces esa pregunta y desistia de la idea de llevar una vida mas verde. Pero luego de leer e informarme, creo que cada cambio po pequeño que sea es muy importante. Pensemos en nuestras familias, en nuestros hijos y en los amigos que por nuestro ejemplo se sientan motivados a hacer un pequeño cambio y asi sucesivamente. Estoy segura que en poco tiempo sera tema de conversacion entre sus amigos y cada uno aportara una idea distinta y muy pronto ese pequeño cambio insignificante tendra gran impacto ecologico, sera un pequeño respiro para nuestro planeta.

viernes, 26 de noviembre de 2010

¡Cuidado puede ser adictivo!

Nunca pense que el usar pañales de tela me resultaria tan facil. Ya van 2 semanas que Bruno los esta usando y ante la sugerencia de mi esposo de usar los desechables que tenemos, solo para cuando va a hacer # 2, me provoca decirle QUE volver a los desechables? JAMAS!, pero me contengo y le digo que no me parece, si queremos que el proximo bebe use solamente pañales de tela, necesitamos todo el entrenamiento posible, pero la verdad es que no me dan ganas de volver a los desechables.  ¿Sera que ya es adiccion o por que es lo mejor para mi hijo?

El dia que llegaron los pañales me senti un poco agobiada por todas las instrucciones que me enviaron con los pañales, mas todo lo que habia leido y visto en Youtube y llego el momento de ponerlo en practica.  Asi que ese mismo dia lave y seque los pañales y esa misma noche Bruno los empezo a usar.

No me parece que sea mas dificil que los desechables, a unica parte que da un poquito mas de trabajo es cuando hay solidos.  Cuando solo estan mojados se los pone en una bolsita y se los deja ahi hasta que tengas unos cuantos pañales para ponerlos a lavar, cuando tiene solidos se tira el solido en el inodoro y se enjuaga el pañal y se lo deja en un recipiente con agua con jabon para sacarle las manchas.

Supongo que se me hizo facil porque Bruno ya esta grande y solo hace #2 una vez al dia, para un bebe que se alimenta con leche materna que tiene solidos varias veces al dia, se debe tener un poco mas de trabajo.
Volviendo al titulo creo que es muy facil volverse adicto a los pañales de tela, despues de conocer todos los beneficios y saber que no es tan dificil como dicen, puede ser que no quieras volver a usar un pañal desechable en tu vida.  Al menos esto es lo que me pasa a mi, aparte se ven tan lindos, yo compre pañales en colores neutrales por si llegamos a tener otro bebe, pero vienen en diferentes colores y motivos, hay una gran variedad para elegir.
                Miren este modelo, no es lindo?

Estoy tan contenta con los pañales de tela que me inspiraron a no usar toallitas para bebes desechables,  estoy usando toallitas de tela con una solucion hecha por mi, y tambien hago mis propias toallitas desechables, pero las uso solo en caso extremo, pues son hechas con papel de cocina y no me parece que sea muy ecologico usar tanto papel.  Luego les contare que es lo que opina mi esposo de todo esto, porque el tambien cambia pañales.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

¿Que es la huella de carbono?

Seguramente han escuchado mencionar la huella de carbono; tenia una vaga idea de lo que era, asi que comenze a investigar.  Primero tendriamos que explicar que es el CO2 (dioxido de carbono), encontre una pagina web donde lo definen claramenteo y esto es lo que dice: "El CO2 proviene de la quema de combustibles fosiles, es decir en el interior de la tierra hace millones de años y en los que se acumulo el carbono presente entonces en la atmosfera.  Al quemarlos inyectamos a la atmosfera un CO2 que estaba atrapado." Para lleer todo el articulo haga un click aqui

Huella de Carbono es la concentracion de gases del efecto invernadero en la atmosfera causado por un ente o evento, producto o individuo.  Como he dicho anteriormente, el calentamiento global es causado mayormente por actividades humanas, por cada actividad que realiazamos, como transporte, alimentacion, bienes que poseemos y utilizamos, lo que significa contribuir con emisiones a la atmosfera.

Por la actividad humana el nivel de CO2 ha ido en aumento, de unas 280 partes por millon (antes de la era industrial) a mas de 350 partes por millon e incrementando cada dia.
Un Americano comun es responsable de emitir 22 toneladas de CO2 emitido en USA.  Concentrarse solo en la reduccion de CO2 puede ser simplificar la situacion, pero ocuparnos de esto a la larga estariamos en camino a resolver otros problemas.

Puedo seguir hablando de como reducir la emision de CO2, pero este post seria demasiado largo y aburrido, asi que aqui tienen  mis recursos favoritos donde informarse:
www.organica.org.uy
www.huelladecarbono.es
www.reducetuhuelladecarbono.org
Y para los que pueden leer en ingles este libro Green Chic Saving the Earth in Style by Christie Matheson.

Todos somos culpables del cambio climatico y todos tendriamos que ser parte de la solucion.

Limpiador para hornos.

Es una receta como para dejar de lado esos quimicos que uno usa para limpiar el horno, y que tenemos que ventilar muy bien la casa mientras los usamos, esta receta es economica y muy buena.  Cuando usaba los limpiadores de horno comprados en el supermercado, tenia que pedirle a mi esposo que se llevara los niños a otro lugar, lejos de la cocina, pues tenia miedo que aspiraran los gases que emanaban del horno, con este limpiador ya no tengo ese problema y tengo ¡MENOS TRABAJO!

Ingredientes

2 cucharadas de jabon liquido, el que normalmente usa para lavar los platos
2 cucharaditas de Borax (tetraborato de sodio)
2 tazas de agua tibia
1 botella limpia con spray de 16oz
1/2 taza de bicarbonato de sodio en un bowl sin tapa

Volcar el jabon y borax en la botella y agregarle el agua tibia.  Agite bien para que el borax se disuelva.
Rocie la solucion en el horno.  Deje reposar por 30 minutos a 1 hora, despues restregar con una esponja,  para los lugares mas sucios  sumerja la esponja en el bowl con bicarbonato de soda.
Enjuague con agua limpia.
Y aqui va un extra para que el horno quede brilloso y sin ningun residuo del limpiador, moje una toalla o un trapo en vinagre blanco destilado, trate de que el trapo quede bien humedo y paselo por toda la superficie del horno. Y ya esta ahora tienen un horno que parece que nunca se ha usado!

lunes, 22 de noviembre de 2010

Galletitas de Avena

Es una receta muy facil de hacer, aunque el avena no es tu ingrediente favorito, te van a encantar.
Por lo general cuando hago para convidar a algun amigo nunca les digo que son de avena, hago que las prueben primero y despues le digo de que estan hechas ;).
Ingredientes

2    tazas avena                          
2     huevos
1/2 taza harina                          
1/2 cucharadita polvo de hornear
1/2 taza azucar                          
1/2 taza de nueces, mani o almendras molidos
1/2 taza aceite                            
1/2 taza de coco rallado (opcional)

Colocar en un bowl el avena, harina, azucar y el polvo de hornear y mezclarlo bien.  Luego se le agregan las nueces y el coco rallado. En otro bowl se baten los huevos y luego se mezcla con el aceite.  Se le agrega esta mezcla a la mezcla seca.  Enmantecar una bandeja para hornear y con una cuchara colocar montoncitos de la mezcla, la masa no crecera mas de un centimetro, asi que los montoncitos van a ser del tamaño que ustedes deseen que sean las galletitas, dejar un espacio de mas o menos dos centimetros, llevar al horno previamente calentado a 350 grados Fahrenheit por 15-20 minutos o hasta que esten doradas.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Algo que tome prestado.

Esto lo encontre de casualidad y me encanto, me hizo reir y reflexionar;  es de la autoria de Marciano Duran, periodista uruguayo que  tiene varios libros de su autoria, si desean leer mas sobre el hacer click aqui. ¡Disfrutenlo!

DESECHANDO LO DESECHABLE

Seguro que el destino se ha confabulado para complicarme la vida.

No consigo acomodar el cuerpo a los nuevos tiempos.
O por decirlo mejor: no consigo acomodar el cuerpo al “use y tire” ni al “compre y compre” ni al “desechable”.
Ya sé, tendría que ir a terapia o pedirle a algún siquiatra que me medicara.
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los gurises.
Los colgábamos en la cuerda junto a los chiripás; los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.
Y ellos… nuestros nenes… apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales).
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables!
Sí, ya sé… a nuestra generación siempre le costó tirar.
¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables!

Y así anduvimos por las calles uruguayas guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores. Y nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad.
¡Nooo! Yo no digo que eso era mejor.

Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra.
Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto.
Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez! ¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plast de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de alpaca en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en que las cosas se compraban para toda la vida.
¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y escupideras de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.
¡Nos están jodiendo!
¡¡Yo los descubrí… lo hacen adrede!!
Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo.
Nada se repara.
¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike?

¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommier casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se deshecha y mientras tanto producimos más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de 50 años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon.
La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban.
De por ahí vengo yo.
Y no es que haya sido mejor.
Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el “guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo” pasarse al “compre y tire que ya se viene el modelo nuevo”.
Mi cabeza no resiste tanto.

Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya sí era un nombre como para cambiarlo)
Me educaron para guardar todo.
¡Toooodo!
Lo que servía y lo que no.
Porque algún día las cosas podían volver a servir.
Le dábamos crédito a todo.
Sí… ya sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no.
Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas de jardinera… y no sé cómo no guardamos la primera caquita.
¡¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?!
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones.
El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto.

Y guardábamos.
¡¡Cómo guardábamos!!
¡¡Tooooodo lo guardábamos!!
¡Guardábamos las chapitas de los refrescos!
¡¿Cómo para qué?!
Hacíamos limpia calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares.
Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela.
¡Tooodo guardábamos!
Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus.
Y las cosas que nunca usaríamos.
Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto cajón.
Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar.
Cañitos de plástico sin la tinta, cañitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón.
Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor. Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraran al terminar su ciclo, los uruguayos inventábamos la recarga de los encendedores descartables.

Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de paté o del corned beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave.
¡Y las pilas!
Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa.
Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más.
No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables… eran guardables.
¡¡Los diarios!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al cuadril!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque del Banco de Seguros para hacer cuadros, y los cuentagotas de los remedios por si algún remedio no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos.
Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posamates, y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con qué intención, y los mazos de cartas se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía “éste es un 4 de bastos”.

Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa y el ganchito de metal.
Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos.
Así como hoy las nuevas generaciones deciden “matarlos” apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada… ni a Walt Disney.
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron “Tómese el helado y después tire la copita”, nosotros dijimos que sí, pero… ¡minga que la íbamos a tirar! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas.
Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos.
Las primeras botellas de plástico -las de suero y las de Agua Jane- se transformaron en adornos de dudosa belleza.
Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de bollones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos.
No lo voy a hacer.
Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.

Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero.
No lo voy a hacer.
No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne.
No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares.
De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva.
Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo que la bruja me gane de mano … y sea yo el entregado.
Y yo…no me entrego.
Marciano Durán
2006 Enero






viernes, 19 de noviembre de 2010

¿Sere buena madre? ¿Que estare haciendo mal?

Esto nos los preguntamos muchas mamas en algun momento.  Pues hace unos dias tuve uno de estos momentos, cuando mi hijo de 4 años me dijo que no le gustaba el jugo de naranja que le habia dado.  A mi me gusta muchisimo el jugo de naranja en el desayuno y a mis hijos les encanta a cualquier hora del dia, pero a mi esposo no le cae muy bien el envasado, asi que en un ataque de buena esposa, comenze a exprimir naranjas y a hacer "jugo natural", y pense como puedo hacer esto para nosotros y mis hijos estan tomando el comprado en el supermercado que quien sabe cuantos quimicos tienen, mas el proceso de pausterizacion, sabor artificial y ni mencionar el que puedo haber estado hasta un año en grandes recipientes esperando a ser envasado, si quieren saber mas haga un click aqui y hay un articulo muy bueno sobre que nos pasa despues de tomar una Coke, para leerlo haga click aqui.  Si no pueden leer en ingles Google tiene un programa muy bueno Google Translate, pueden traducir paginas enteras con este programa.

El caso es que les hice el jugo natural a mis hijos con azucar y un poco de agua, para mi gusto, delicioso, pero he aqui que mi "big boy" - le gustan que le llame asi- me dice que ese jugo no le gusta y quiere del "otro".  Me provoco decirle que se lo tomara igual y que no habia otra cosa, luego pense, pero si la culpa es mia, nunca fui capaz de hacerle su juguito, si al fin y al cabo no es tanto trabajo exprimir un par de naranjas.
¿Que clase de madre soy?  Por tanto tiempo le he estado comprando esos jugos y todo por comodidad, es facil tomar una botella de la gondola del supermercado, sin pensar siquiera que ingredientes le ponen para que la fecha de vencimiento sea para dentro de unos meses. ¿Y como puede ser que mi hijo prefiera todos estos quimicos a el delicioso sabor de un jugo de naranja recien exprimido?  ¿A cuantas cosas mas he expuesto a mis hijos sin darme cuenta?

Ahora estoy en una mision, la mision de ofrecerles una vida mas sana.  ¡Pero que dificil es ser mama y cuanta responsabilidad! Pero amo cada minuto y no lo cambiaria por nada.

PD:¡¡¡ A mi bebe de 23 meses si le gusto el jugo!!!  ¡¡¡Yippieee!!!

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Super ansiosa!!

Hice mi primer orden de pañales de tela, creo que llegan hoy, estoy super ansiosa por empezar a usarlos con Bruno, si ya se, tiene edad para dejar los pañales, pero todavia estamos en entrenamiento, tratando de que sea facil para los dos, sin lagrimas y por sobre sin frustrarlo.  Estoy trabajando en un articulo sobre el porque decidi hacer el cambio, los pro y contras.  Tambien voy a hacer una revision de los pañales que voy a usar en los proximos 21 dias.  Si estan interesados en probar los pañales de tela, Jillian's Drawers tiene un paquete excelente, te dejan probar una gran variedad de pañales por 21 dias, solo por $ 10 (diez US dolares).
Esten pendientes mas informacion en los proximos dias!

Pastafrola

Ingredientes

300grs / 12oz. harina
80grs / 3oz. manteca
1 cucharadita vainilla
1 cucharadita bicarbonato de sodio
4 cucharadas azucar
400grs /14oz. dulce de membrillo
3 yemas de huevo
1/3 taza de leche

Colocar en la mesa en forma de corona el harina, en el medio la vainilla, la manteca cortada en trocitos pequeños, el bicarbonato y el azucar, comenzar a mezcar todo con la mano deshaciendo la manteca, cuando todo este bien mezclado (quedara como arena) se le agregan las yemas y la leche formando una masa que no sea ni muy blanda ni muy consistente, que sea facil de manipular.  Espolvorear con harina el lugar donde se va a estirar, se estira hasta que quede de medio centimetro de espesor, se forra con ella un molde previamente enmantecado y enharinado (yo uso un molde de 9 pulgadas / 23cm de diametro). Se recorta lo que sobra de la masa, se rellena con el dulce y con la masa que sobro se hacen rollitos o se la decora como mas les guste dejando espacios que se vea el dulce.  Se coloca al horno por 30 minutos.
Pueden hacerla en un molde mas grande, a mi me sobra masa y con los restos de esta me alcanza para hacer unas 10 galletitas, solo corto la masa en pequeños circulos, presiono en el medio y le pongo un trocito de dulce, las horneo por 15-20 minutos.






Justo a tiempo para sacarle fotos a las ultimas 2 galletitas, ni siquiera dejaron que se enfriaran!